¤ Astrólogos, artistas y brujos dan sus versiones sobre la actividad del volcán
¤ Estrella Newman: los indigenas sabían que, luego de 500 años de invasión, despertaría
Arturo Cruz, Juan José Olivares y Jorge Caballero
Otras versiones de la erupción del Popocatepetl, más allá de las científicas, son las que vierten aquí varios estudiosos de los fenómenos astrológicos y seguidores de los signos que han marcado el desarrollo de la cultura mexicana.
Los años del nimontémetl
Para la pintora, pitonisa y difusora de la ''mexicanidad'' Estrella Newman, nuestros ''abuelos'' tenían un profundo conocimiento de las leyes del cosmos. 
''Nuestra cultura es cósmica, entonces en nuestros calendarios (mayas y mexicas) sabían de los reacomodos de la madre Tierra (los años del nimontémetl). Es el final del siglo, estamos en el nimontémetl, por eso donde sea hay deslaves, hay erupciones volcánicas; estos reacomodos de Tonantzin, de la madre. Nuestros abuelos tenían conocimientos sabios. Es el reacomodo de fin de milenio, que en nuestra cultura son los cuatro soles, las cuatro edades geológicas, cómo se fue construyendo el planeta Tierra, pero todos irremediablemente culminaron en un cataclismo que es el que las define y las separa.
''El último, que es el sol de agua, es el que está registrado en todas las culturas como el Diluvio. Nuestros antepasados todo llevaban bien registrado, de acuerdo con el pensamiento de la madre tierra. La cultura estaba ligada a este pensar.
''Se vive en esta época de tiempo aciago, hasta que pase todo este reacomodo es cuando se retoma el calendario. La gente indígena (que saben cuándo habrá temblores, cuando surge el círculo de fuego de los volcanes, cuando la madre se reacomoda) sabía que luego de 500 años de invasión, habría una erupción en el Popo.
"Volvemos a empezar el primer sol y viene el regreso de Quetzalcoatl, que es la estrella de Venus y dilata 500 años en dar la vuelta. En el 2004 regresará Quetzalcoatl a estas tierras, mientras es el reacomodo. La gente nativa que vive a la orilla de los volcanes, llamados los graniceros, han hecho ceremonias de pleitesía al padre fuego porque el primer sol es el de fuego (el viejito Huehueteotl). Allí empieza la vida, desde la primera chispa de fuego que vino del cosmos y nos regaló a cada ser una llamita para que podamos vivir. Huehueteotl es el fuego que ahora se manifiesta.
''Imagina qué espectáculos hemos presenciado, como el del eclipse, o el regreso de Quetzalcóatl que se verá como un punto atravesando el cielo. También el círculo volcánico que existe; hace poco fue el volcán de Colima. Es el momento que el círculo volcánico se mueve, por eso pueden venir los cataclismos.
''Nuestras culturas pasadas no son nada más leyendas, eran culturas cósmicas, matemáticas y científicas. Todo está construido bajo la línea equinoccial y solstilcial. Esta cultura tomó las leyes universales para regirse y hacer un calendario inexorable, que no puedes transigirlo porque eres tu mismo. Por eso los indígenas se refugiaron en esas cañadas, donde nadie va a chingarlos, y a sabiendas de que el fuego es el padre, se le ofrendan al señor Popocatépetl, el señor que humea.
''Está escrito en nuestros calendarios. La anterior erupción llegó hasta el Peñón y Puebla. La tierra se reacomoda cada determinado tiempo. Ahí está cada sol, cada ciclo. Venus dilata en su traslación 500 años, por eso cuando llegaron los españoles se hablaba del regreso de Quetzalcoatl, no de ese pendejo idiota estupido (Hernán Cortés)''.
Publicado en la Jornada SABADO 23 DE DICIEMBRE DE 2000
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